L-12: El dolor tiene memoria
La noche del 3 de mayo del 2021, entre la estación Olivos y Tezonco, un tramo elevado de la Línea 12 del Metro colapsó con un saldo de 26 muertos y decenas de heridos. A un año de la tragedia, los avances en la reparación de la obra y, sobre todo, en la investigación para juzgar a los culpables, es casi nula.
Los culpables tienen nombre y apellido, al ser los responsables de la construcción de una línea del transporte suburbano que, desde hace más de una década, presentó serias falla estructurales. La desatención por parte de los constructores y la falta de previsiones de las autoridades hizo que hoy el dolor sea conmemorado.
CONFABULARIO – L12
Familiares de las 26 víctimas claman justicia, porque una indemnización económica no basta para cubrir la ausencia de los seres amados, que un día salieron y ya no volvieron por una negligencia humana.
El deseo de justicia carece de solución, ya que, en octubre pasado, la Fiscalía capitalina abrió una investigación sobre ocho exfuncionarios relacionados con la obra del tramo siniestrado y sobre los representantes legales de dos empresas, entre ellos el exdirector del Proyecto Metro, Enrique Horcasitas.
Tres veces se han programado audiencias para imputar a esas diez personas de manera formal por la probable comisión de los delitos de homicidio, lesiones y daño culposos, pero ninguna se realizó.
Representantes legales de las víctimas pidieron conocer el acuerdo reparatorio alcanzado entre el Gobierno y constructores del metro, pero no se les han permitido el acceso, razón por la que 12 de los afectados no han aceptado aún el acuerdo reparatorio.
La herida sigue abierta y, por lo visto, tardará mucho en cerrarse mientras no haya justicia. Mientras tanto, los deudos y familiares de quienes resultaron heridos tendrán que seguir haciéndose visibles para que este tema no muera en la memoria popular y avance en medio del dolor y los recuerdos.
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