El Maestro Carlos Islas tiene muy claro que al inicio de su carrera nunca eligió la materia legal que sería su modus vivendi, sino que esta la eligió a él. Creyente del adagio que dice: “el penalista nace, no se hace”, se siente afortunado de haber participado en diferentes firmas, donde descubrió su auténtica pasión y vocación en la vida: el Derecho Penal.
Pero ser un abogado de renombre le ha implicado importantes pruebas, la más relevante fue en 2008, cuando la noticia de un mal que ponía en riesgo su vida lo hizo dar un viraje determinante a nivel personal y profesional.
“Fue justo en ese año, cuando mi esposa apenas tenía cuatro meses de embarazo, donde me dijeron que no iba a vivir más de dos años. Entonces dije, yo no me puedo morir sin tener mi propia Firma de abogados; porque yo ya había trabajado en otras. Así que fundé este Despacho y rompí todo pronóstico, pues interpuse recursos, promoví amparos ante Dios y aquí estamos, con 15 años de la firma y más de 20 años de trabajo ininterrumpido”, reveló.
El Derecho Penal y el ferviente deseo de hacer este emprendimiento, fueron el impulso que necesitaba para pensar en una segunda oportunidad. Tres quinquenios que han significado evolución, aprendizaje y consagración, pero sobre todo agradecimiento a la vida y a los clientes que han confiado en Islas
Abogados, S.C., la Firma que hoy exitosamente dirige junto con su socio, el Maestro Pablo Oaxaca Paulsen.
Apegados a un lado humano desde su origen, los abogados explicaron que nunca ven un caso sólo como un cliente más o algo material, sino como la oportunidad de ayudar con la verdad por delante, ya que siempre analizan, mediante dictámenes jurídicos de viabilidad, si los casos tienen o no una solución jurídica, lo que ha significado su gran éxito.
“El Derecho Penal te da muchas satisfacciones, también coraje de las injusticias, pero siempre da más alegrías al poder ayudar a la gente. Aquí luchamos hasta el final y este Despacho se hunde con el barco, no dejamos los asuntos a la mitad aunque sea un área complicada en un país como el nuestro”, sentenció el Maestro Carlos Islas.
Atentos a los cambios jurídicos, el especialista mostró su preocupación por el Sistema de Justicia Penal Acusatorio, un marco jurídico que entró en vigor en 2008 y tuvo su aplicación formal en 2016, pero que dista mucho de la idea original debido, principalmente, a la escasa capacitación de los operadores, la falta de conocimiento de la sociedad acerca del sistema y la corrupción existente en México.
Se trata, dijo, de un sistema donde persisten excesos, como la Prisión Preventiva Justificada, donde la gente, acostumbrada a ver a todo mundo en la cárcel, ejerce una gran presión en las autoridades para que esta se aplique, cuando no debería ser así. “Si alguien cometió un delito que se le investigue y, si es culpable, que termine en la cárcel y repare el daño, pero el problema radica en el estándar probatorio, esa es la clave”, aclaró.
Frente a este tema, el abogado mencionó tener dos posturas. Una, la Corte debería de determinar que no se debe de aplicar la prisión oficiosa al existir una antinomia con el artículo 1 de nuestra Carta Magna, por ser privativa de derechos humanos y contraria a los tratados internacionales que suscribió México; no obstante, considera que debe subsistir la prisión justificada con un estándar probatorio más alto en delitos de alto impacto, esto como una forma de blindaje ante la corrupción y la escasa autonomía del poder judicial.
Dos, de no existir la prisión preventiva oficiosa, encontraremos graves problemas prácticos frente a la delincuencia organizada, ya que esta figura jurídica, protege a los jueces frente a la delincuencia, debemos tener mucho cuidado en este tema. No obstante, la solución está con una posible reforma que se debe trabajar con las Barras de Abogados y el Poder Legislativo.
Al respecto, el Maestro Oaxaca Paulsen indicó que, como Despacho, les encantaría ver un sistema que funcione al 100 %, justo, sin corrupción, con fiscalías eficientes, pues los criterios aplicados carecen de claridad cuando se trata de citar a un cliente que está a nivel de investigación preliminar.
“Te pueden investigar durante dos años y hay un expediente vasto, y llega un citatorio hoy para que te presentes en los siguientes días. Vas a tener de 48 a 144 horas para defenderte y lo más probable es que te apliquen una medida cautelar, incluso la prisión justificada u oficiosa. Entonces, la fiscalía tuvo tres años investigando y la defensa tendrá un par de días, es imposible, la Fiscalía tiene ventajas procesales, lo cual viola el principio de equidad”, acusó.
Bajo un compromiso total con sus clientes, Islas Abogados, S.C. fortalece el liderazgo que le dio un lugar importante en la abogacía mexicana hace 15 años, atención legal que se engrandece con la preparación académica continua de todos sus integrantes y la aportación social de la Firma a través del trabajo Pro Bono.
“Pertenecemos a la Fundación de la Barra Mexicana,Colegio deAbogados, donde también soy subcoordinador de la Comisión Penal. Trabajar por el bien de México te reta en lo profesional, en lo intelectual, porque debemos trabajar con las deficiencias del sistema actual, pero todo lo hecho ha valido la pena y no nos queda más que agradecer estos más de 20 años de historia”, concluyó el Maestro Carlos Islas.