Se trata de una de las Firmas de Derecho Laboral más consolidadas del país: Diez de Bonilla, Kuri y Asociados Abogados. Fue en 1985, cuando tras un tiempo de colaborar juntos como compañeros de trabajo en un reputado despacho, el Lic. José Antonio Diez de Bonilla Altamirano y el Lic. Alfredo Kuri Monterrubio unieron fuerzas con el afán de crecer juntos en ésta, su pasión, la cual además de una profesión, representa para estos dos juristas la vida misma.
Actualmente, a casi cuatro décadas de distancia el bufete que fundaron es un referente en la materia y la sociedad de ambos continúa desarrollándose en un entorno de entera armonía. Al cuestionarlos acerca de cuál consideran ha sido el factor de su éxito, el Lic. José Antonio expresa: “Sus integrantes, sin duda, y no porque nos consideremos mejores que otros, pero diferentes sí y eso nos da una valor único que no se podría clonar, quien nos requiera, se convierta no solo en nuestros clientes, sino que aportaremos valor agregado a sus negocios, atributos que se encuentran en nosotros para que en lo individual nos sumemos”.
En un entorno de cordialidad y respeto, con un equipo integrado por alrededor de una treintena de abogados, el despacho se caracteriza por garantizar una estabilidad en la relaciones obrero-patronales. Desde su perspectiva, procuran ofrecer a sus clientes una asesoría preventiva, por lo cual describen, se suman a cada una de las empresas a las que prestan servicios como una especie de departamento jurídico externo que, a través de reuniones periódicas y mesas redondas, tiene como objetivo no solo evitar caer en faltas que devengan en sanciones por parte de las autoridades laborales, sino encontrar áreas de oportunidad para su crecimiento.
La justicia que Diez de Bonilla, Kuri y Asociados Abogados busca conquistar por medio de un esfuerzo conjunto, no es sólo para el trabajador, sino para la actividad del trabajo en sí, la cual involucra a todos los implicados. Por esta razón, el Lic. Alfredo Kuri asienta: “Se pensaría que como abogado de empresa, voy a estar defendiendo la cartera de una parte y no, lo que estamos defendiendo es generar riquezas para todos, y ¿cómo se genera esto?, bueno pues el que da recibe, y ese es un valor que hay que ponderar”. Dicho concepto es compartido por su socio, quien reafirma: “Sí, además el que tiene está obligado a dar”.
Regidos por una filosofía humanista, los dos fundadores de esta Firma creen con real convicción que si un empleador carece de un recurso humano valioso, no va a lograr el cometido que como empresario tiene: generar riqueza. Por ello insisten en que es necesario apostar por el ser humano para hacer mejores centros de trabajo. Con base en esto, el Lic. Diez de Bonilla expresa: “Si no vives para servir, no sirves para vivir. El trabajo es un servicio, es servirte a ti, para eso yo debo ser útil y tú debes tener una carencia por la cual tú me necesitas y yo el talento de cubrirla; eso va a generar entre tú y yo un vínculo al que llamamos actividad laboral, pero que independientemente de la denominación, es un vínculo mucho más fuerte y profundo. Lo anterior se sustenta con capacitar al trabajador para que éste desarrolle su talento y lo ponga al servicio del empleador y, por lo tanto, su percepción económica sea mayor, es un círculo virtuoso: ganar – ganar”.
Acerca de las reformas que en las últimas décadas se han presentado en nuestro país y el resto del orbe, los fundadores de esta Firma reconocen que aún hay bastante por hacer, ya que es una realidad que muchos de los estamentos que rigen las prácticas laborales fueron concebidos hace más de un siglo, tras el boom industrial de la producción en serie. Por ello, es menester replantear, entre otros temas, qué tan vigente sigue siendo la jornada laboral de ocho horas, vacaciones individualizadas, pago por tiempo, salario mínimo, pago de utilidades, coalición obrera, etcétera, muchas cuestiones pendientes a resolver y adecuarlos a la realidad actual.
En este sentido, en lo referente a la cada vez más imperante necesidad de transitar del trabajo presencial al teletrabajo, la cual quedó de manifiesto a raíz de la pandemia global de 2020, el Lic. Díez Bonilla apuntaló que, aunque legalmente ya existe cierta cultura laboral de trabajadores prestando sus servicios a distancia, se están generando áreas de oportunidad y reconoció que “es necesario caminar en esta experiencia para acotar y regular, dado que esta pandemia ha roto paradigmas y ha despertado o deberá despertar conciencia de fraternidad y solidaridad, donde el actuar jurídico no puede ser ajeno, sino protagonista activo del cambio necesario”.