Un aspecto que caracteriza a la sociedad conformada por el Lic. Luis F. Kudo y el Lic. Manuel Niño de Rivera es su apuesta por trabajar desde un plano de renovación, el cual incluye tecnología y visión global. Kudo y Niño de Rivera Abogados (KNR), responde a la exigencia multitask de nuestros tiempos, sus áreas de práctica son múltiples y su equipo atiende casos relativos tanto a Derecho Privado como a Derecho Público.
Esto ofrece al cliente la posibilidad de encontrar en un solo sitio la resolución de su problema, aunque ataña a diversas áreas de especialidad. En palabras del Lic. Luis F. Kudo, el principal objetivo de la Firma es brindar soluciones y los resultados para los cuales fuimos contratados; en este sentido, puntualiza por medio de un paralelismo lo siguiente:
“Cada área de especialidad cuenta con su titular y equipo, y eso nos permite tener varias patas que sostienen la mesa: Derecho Civil, Propiedad Intelectual, Migratorio, Fiscal y Administrativo; entonces todas esas patas hacen que la mesa se detenga aún cuando una esté débil”.
Comunicación al instante:
Uno de sus vectores es la efectiva comunicación que mantienen con sus clientes. Cuando la Firma se estableció en el año 2012, ambos fundadores tenían claro el objetivo de claridad y transparencia con sus consultantes. Es así como el Lic. Manuel Niño de Rivera, experto en Derecho Privado, ahonda al respecto:
“Cuando tú vas a requerir de un abogado es porque realmente necesitas un resultado. Hemos priorizado dar el resultado para el que hemos sido contratados. No somos abogados que te queramos vender espejismos, somos una Firma que te lleva a donde quieres llegar”.
Asimismo, en un afán por plasmar su sello de innovación, la Firma dispone de una avanzada infraestructura digital, que permite al equipo de avezados juristas ingresar en tiempo real a la información de cada uno de los casos y, de esa forma, brindar un servicio de excelencia.
“Creemos habernos anticipado a las necesidades de la nueva realidad, pues desde antes de la emergencia sanitaria, desarrollamos un software que nos permite controlar nuestros recursos y con un clic tenemos al alcance todos nuestros expedientes. Además, hemos explotado de manera importante la posibilidad de celebrar actos jurídicos digitalmente vía web, hemos sometido solicitudes de marcas y oposiciones ante el IMPI, promovido juicios de amparo ante el Poder Judicial, celebrado convenios electrónicos, etcétera, por lo que la práctica legal a distancia no es algo nuevo para nosotros, pues desde un principio advertimos la optimización de costos y tiempos que brindaba esta alternativa y sin sacrificar el resultado para el cliente”.
Conscientes de que el mundo se ha hecho pequeño y que hay una tendencia de homologar sistemas legales a nivel internacional, como por ejemplo las acciones BEPS o los registros internacionales de propiedad industrial, KNR continúa robusteciéndose más allá de las fronteras mexicanas: “Nos dimos a la tarea de celebrar alianzas con diferentes Firmas en el extranjero para el intercambio y actualización de cuestiones jurídicas relevantes que puedan impactar a las inversiones mexicanas en el extranjero o bien, ser un puente para que inversiones internacionales entren legalmente al país o que proyectos nacionales puedan traspasar fronteras”, explica el Lic. Luis F. Kudo.
Muestra de dicha proyección internacional es su participación activa como miembros de la International Bar Association (IBA), International Trademark Association (INTA), International Fiscal Association (IFA) y a la Asociación Interamericana de Propiedad Intelectual (ASIPI).
La nueva realidad
Este equipo de abogados sabe, en palabras del Lic. Kudo, que: “vienen muchos problemas y cuando hay problemas, se requiere de la mejor representación legal posible para poder anticipar la contingencia y no esperar a tener que ser reactivo para solucionarla, por lo que es indispensable contar con profesionales concentrados y enfocados en la necesidad real del cliente”.
¿Cómo será la nueva normalidad legal?
“Creemos que las viejas prácticas acartonadas de la profesión terminarán de ser superadas. El abogado legaloide que con su retórica intimida al cliente en lugar de acogerlo, será relevado por el práctico, conciso y sensible de la situación. Debemos de tener la habilidad de entender lo que el cliente quiere y saber plantear el problema para que de ahí se obtenga la primera parte de la solución.
Los que dicen que la emergencia sanitaria fue como si nos aventaran a una alberca fría, son quienes no tiene la facultad de mutar y adaptarse al cambio, pues si nos aventaron a la alberca de improvisto, pues inmediatamente hay que comenzar a brasear y nadar hasta la orilla para salir y hacer frente a lo que siga.
Lo que menos necesita el mundo en este momento (y mucho menos nuestros clientes) son lamentaciones o quejas, sino fortaleza para esta nueva normalidad que arroje las soluciones que se esperan de nosotros, pues la realidad es que no hay crisis ni conflicto que aguante 12 horas de trabajo productivo, ya sea con saco y corbata o en bermudas y T-shirt.
Debemos optimizar aún mas los tiempos de resolución, olvidarnos de redacciones complejas intentando justificar de más lo que se puede lograr con párrafos pequeños. El lenguaje con el cliente debe de ser transparente y explicativo para poder aliviar un poco la tensión que provoca cualquier proceso legal. Debemos de ser la solución y no una adición al problema.
Creemos que debe priorizarse la anticipación y prevención, a la reacción improvista frente al conflicto. Es una realidad que vienen tiempos difíciles: el Estado requerirá de recursos ante la crisis financiera, por lo que prevemos un incremento importante de auditorías fiscales; muchas personas se verán imposibilitadas a cumplir sus obligaciones mercantiles o civiles y concluirán en litigios; marcas habrán de perderse por falta de uso; autoridades locales y federales realizarán inspecciones al por mayor para verificar el cumplimiento de las nuevas reglas que en muchos casos concluirán con multas o clausuras; por lo que el mensaje es claro ¡debemos de estar preparados!. Que malo que tengan un problema, pero que bueno que estamos nosotros para resolverlo, o mejor aún…para evitarlo”, finaliza el Lic. Luis F. Kudo.